Mamá Feliz = Nenes Felices: Selecciones preferidas para la hora de ir al baño

Desde que nuestra hijita llegó a nuestros brazos (la adoptamos en Colombia), nos ha colmado de felicidad, paz, orgullo y satisfacción observar cómo ha superado con notas sobresalientes cada hito y etapa de desarrollo físico y cognitivo. Verla crecer y desarrollarse ha sido una experiencia maravillosa que cada día nos regala momentos jocosos e inolvidables.

Mi navegación como madre por las etapas de su desarrollo durante los primeros dos años de su vidita fue uno bien "relax"...como un crucero en el Queen Mary sobre aguas pacíficas y servicio de lujo...hasta que llegó el momento en que todos los libros y recursos indicaban que ya era hora de enseñarle ir al baño, o como decimos en Puerto Rico en buen castellano: "potty training". ¡Entonces, la travesía en el QM se tornó un vuelo de 10 horas en una avioneta de hélice con 2 escalas y entre nubes turbulentas! Nuestra hija se nos trancó y no quería de ninguna manera ir al baño. Cuando comencé a ponerle braguitas y sólo batitas, para facilitarle el proceso, se me escapaba y se ponía el culero solita.

¡Claro que consultamos con el pediatra, amigos que son padres de 3 y 4 hijos y profesionales especializados! Y todos nos decían lo mismo que Tata y Abu, sus abuelas, nos dijeron desde el principio: "No se preocupen por eso... vayan a su ritmo... no la ajoren, que le va a dar estreñimiento... dejen que se orine encima... cada niño es un mundo diferente... pónganle "panties"... no la regañen, que le van a causar un trauma... celebren cada vez que vaya.... déjenla tranquila, que ella va a aprender..." Y claro, todo eso hacíamos y era lógico que aprendería, pues nadie que yo conozco se ha quedado haciéndose caquita encima, pero la pregunta era ¿cuándo? y el estrés nuestro era que ya iba a cumplir 3 añitos y la escuelita maternal exigía que fuese al baño solita.

La primera decisión buena que tomamos fue dejarla en el cuido mañanero un añito más y no ajorarla en lo de ir al baño para la escuelita nueva, o como le dice mi esposo: "Mini-Harvard" (por los parámetros, requisitos y demás exigencias para el grado maternal). La pudimos haber motivado un poquillo más dándole un adiestramiento intensivo, pero no queríamos que su primera experiencia en la "escuelita de verdad" fuese asociada con la materia "Pipicacalogía".

La segunda manifestación de intuición maternal que me iluminó fue realizar que esto del "potty training" no era mi proyecto sino el de ella y que debía parar el adiestramiento por un tiempo y dejarla tranquilita hasta que ella misma me diera las señales para retomarlo.

Antes de lo que pensé, mi hija comenzó a ir al baño solita. Es verdad que en el proceso, tuvimos varios "disco-parties" de inodoro por haladas de cadena, despedimos en grupos familiares sus bolitas de caquita con pañuelos blancos, aplaudimos los conciertos para pipi y voz compuestos por Mamá, la técnica de pluma abierta resultó en que nuestra cuenta de agua fuese la más alta de nuestras vidas y más de una vez, Papá tuvo que limpiar accidentes en el "car seat", en una tienda y en casita, ni digamos.

La graduación del "potty training" fue hace un mes, un día que me dirigía a lavar ropa y al pasar por el baño, vi a mi hija muy sentada con un libro de cuentos en las manos y me saludó diciendo: "Mamá, cierra la puerta, no se ven mis partes privadas". Entonces, entramos en la fase de: "Límpiate bien y lávate las manos" y el próximo festejo en agenda no es decir adiós a ninguna bolita, sino una celebración en honor al bolsillo de mi esposo, cuando vayamos a Costco y no tengamos que comprar la consabida caja de "Pull-Ups". Todavía nuestra hija los usa, no lo voy a negar, pero sólo en las noches que no va al baño antes de acostarse.

Y colorín colorado, la avioneta aterrizó y el Queen Mary atracó otra vez en el muelle de nuestro hogar. Como no soy ni intento ser una profesional experta en estos menesteres psico-fisiológicos, no voy a darles consejos de lo que deben o no deben hacer, sino que bajo este escrito, les incluyo dos lecturas muy buenas suscritas por profesionales acreditados.

Mientras tanto, comparto con ustedes las herramientas que verdaderamente me ayudaron durante la travesía "bumpy" por el "potty training" de nuestra hijita luego de tratar muchííííííísssssimas que sólo sirvieron para distraerla.